Reseña de una tarde de ensayos
El sonido se arma en capas, como si cada nota buscara su reflejo en la pared del estudio. Entre teclas, voces y pequeñas imperfecciones, aparece algo real: esa energía que no se puede producir con un plugin.
No es una grabación más, es un retrato del momento. Todo suena un poco fuera de control, y justo ahí está la magia. Pop analógico, hecho con las manos, con errores lindos y luces que parpadean al ritmo de la canción.




